domingo, septiembre 06, 2009

Los corazones rotos no se unen fácilmente con Resistol

Le he dado vueltas al asunto...
Lo cierto es que como le dije a el buen René* es hora de volverse planta. Me declaro completamente incompetente en las cuestiones amorosas...
No me preocupa ni me acongoja mas por el contrario, me encuentro muy optimista, sé estar sola y a veces esa soledad sabe tan sabrosa como un capuccino frappe a medio día sentada en una silla fuera de una cafetería de una linda plaza
Y no es como que los hombres me estorben en la vida, pero es hora de dejar de darles tanta importancia, seee, sirven para pasarla a gusto, pero mientras sigan comportándose como verdaderos idiotas es mejor que los deje pasar.
He pasado los últimos años de mi adolescencia y los restantes de mi adultez con el corazón roto y tratando de recoger y colocar en su lugar cada uno de los pedacitos después de cada catástrofe, pero ya no hay pegamento que funcione y mis ganas de seguir perdiendo el tiempo preguntándome que hice mal se agotaron.
El invierno está a la vuelta de la esquina, quedan pocas semanas en el calendario, yo sigo bailando, mis 26 casi se terminan, los buenos y entrañables amigos aun están aquí y el veneno en mi cuerpo casi se ha diluido por completo...
Las cosas pintan bien .