viernes, diciembre 04, 2009

"No es la carne y la sangre, si no el corazón lo que nos hace padres e hijos"
Friedrich von Schiller
Mi jefa ayer me dijo acerca del trabajo en el que estamos "Tú sólo sé fuerte y mantente" y después de unos minutos de silencio agregó "y aplicalo en todo lo que hagas" ...

Nadie suele darme consejos, la creencia popular es que soy "tan fuerte" y alivianada que mas bien soy yo la que DEBE darlos, mi madre por ejemplo, jamás me ha dado uno y por el contrario tiene la idea en su cabeza de que a mi nunca me afecta nada.. así de grave es mi asunto.

El día de ayer fue especialmente agotador ... el trabajo me ha resultado muy divertido y enriquecedor intelectual y socialmente, pero también el convivir con gente que nada mas no me traga y aguantar sus críticas solo por ser "la nueva" me desgasta. Muchos podrán haberme dado ya su visto bueno, pero es cierto que la mayoría de los votos para lograr mi permanencia aún están en "veremos". Son cerca de trescientas personas las que intento coordinar y no, no todo me ha salido bien.
Sinceramente, jamás había vivido un estres de esa magnitud.


Y al llegar a casa , la mayoría de las veces las cosas se agudizan.

Me encuentro frente a la reja que debo atravesar para llegar a mi departamento y me detengo a pensar que ese día mi hija puede que no esté en casa, que me encuentro tan cansada que ni siquiera atino a prender la pc para platicar en el msn con mis amigos y que cuando llego a hacerlo y me encuentro a "ese alguien" , me tenga que conformar con que me diga que me quiera sólo cuando piensa que me dijo algo que me hirió y confunda mi paciencia con sus excentricidades con no se que diablos.

Es entonces cuando quiero dar marcha atrás y regresar a la oficina, a ver esos cientos de caras que si bien a momentos me hartan al menos me evitan la pena de pensar en la vergonzosa situación de no querer estar con los mios por que lo único que vale la pena de tener que verlos (mi hija) esta en donde para terminar de joder el asunto, no todos se merecen que este.
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De regreso a casa esta noche, pensando mucho en el consejo del día anterior, llegué a la conclusión de que la finalidad de que uno tenga que pasar por momentos tan oscuros en su vida no es hacerce la víctima e ir a llorar con quien se deje, o tomarlo como un buen pretexto para la autodestrucción , si no ser coherente entre lo que se hace y lo que se piensa, que llamar egoísta o inútil a quien DE VERDAD se lo merezca no es tan malo si antes la autocrítica ya había hecho algo bueno en nosotros y que si bien aunque las cosas vayan muy (pero muy) mal, siempre se puede hacer algo para solucionarlas.
Decía un muy buen y viejo amigo "Piénsalo Gi... hasta a las plantitas a veces hay que revolverles mierda para que crezcan bonitas".
Hoy en día me queda claro a que se refería.